El vello facial siempre ha sido y siempre será una forma genial de mostrar tu estilo (Abe Lincoln, te estamos hablando). Así que, cuando empiezas a pensar en cambiarlo, puede ser, bueno, aterrador. Y si crees que estamos exagerando, eres uno de los afortunados... ¡Lo sé!
Pero ya sea que nos veamos obligados a hacer un cambio (gracias por la invitación a los padrinos de boda... y a tu bridezilla), estés tratando de crear un nuevo tú o el clima haya hecho que el estilo voluminoso sea insoportable, hay algunas formas simples de hacer que un cambio de estilo sea más fácil de aceptar.
Recortar la barba con calma
Primero, piensa despacio y con calma. Incluso si tu objetivo es pasar de una barba poblada a una de bebé, empieza con la siguiente altura de peine por debajo de tu forma habitual de arreglarte y sigue bajando a partir de ahí. Siempre puedes quitar más pelo, pero una vez que se haya ido, se acabó. Es mejor recortar poco a poco que ver cómo tu barba, ganada hace tiempo, se va al garete en segundos... literalmente.
Encuentra un estilo de barba que se adapte a ti
En segundo lugar, si no te obligan a afeitarte por completo (en serio, ¿cuándo se volvió aceptable decirle a la gente cómo llevar la barba?), intenta encontrar un nuevo estilo que no sea muy diferente al que ya llevas. Si tienes barba larga, córtala. Si la tienes corta, ¿quizás una perilla? A partir de ahí, puedes moldearla y modificarla como mejor te parezca, pero no hay necesidad de hacer un cambio drástico de golpe.
Otro consejo: evita preguntarles a tus amigos y familiares más cercanos qué opinan al respecto. Así como nos apegamos a nuestra apariencia, también lo hacen quienes vemos con más frecuencia. Tu madre, que piensa que tu barba cuidada se ve "distinguida", probablemente no te recomiende el bigote. Tus amigos que te apodaron "el bigote" probablemente no te recomendarán que te lo afeites. Pero por suerte, este tipo de decisiones son solo tuyas. ¡Así que recuerda ser tú mismo! Y si tienes a alguien en tu vida que pueda ser objetivo, anímate a contactarlo (y también mantenlo cerca; la objetividad es difícil de encontrar).
Antes de comprometerte, visualiza tu barba
Por último… existe una aplicación para eso… ya que puedes ver diferentes estilos de vello facial con ella. Por suerte, vivimos en un mundo donde ya no tienes que preocuparte tanto como antes y puedes probar antes de comprar. Muchas aplicaciones del mercado pueden tomar una foto actual o pasada y superponer cualquier tipo de vello facial en tu rostro. Aunque no sea una representación perfecta de tu futuro look, te dará una idea bastante clara de lo que podría funcionar y lo que podría ser un desastre.
En definitiva, sea cual sea el motivo, cambiar de estilo no debería ser estresante. Lo bueno del cabello es que (casi siempre) vuelve a crecer. ¡Y quién sabe, quizás tu mejor look se esconda bajo ese estilo actual!