Aunque el verano esté en sus últimas semanas, muchos viajamos durante todo el año. Y ya sea por negocios o por placer, una escapada corta o unas vacaciones largas, es una buena idea simplificarse un poco las cosas. Por eso, hemos recopilado algunas de nuestras recomendaciones favoritas para ayudarte a afrontar cualquier viaje que te depare la vida (y si nosotros estamos organizando viajes, no dudes en proponernos uno).
La escapada de fin de semana
¿A quién no le encanta hacer un viaje rápido para romper con la rutina semanal? Un fin de semana fuera puede ser un gran alivio después de una larga semana de trabajo, pero a veces, solo a veces, es más una molestia que otra cosa. ¿Cuánto empaco? ¿Qué pasa si no tengo algo que necesito? ¿Cómo estará el tráfico? ¡Lo entendemos! Pero el consejo número uno para un viaje corto? Empaca lo suficientemente ligero como para que quepa todo en una maleta de mano. Si vas a algún lugar en coche, ahorrarás mucho espacio para cargar con el equipaje de tus compañeros de viaje y si vas en avión, lo último que quieres es una maleta perdida y el caos que conlleva. Una excelente manera de empacar ligero es condensar cada categoría de equipaje. Artículos de aseo: empaca solo lo que usas TODAS las mañanas y noches. Si es algo que usas cada dos días o semanalmente, hazlo la noche anterior al viaje y deja que te dure unos días. Ropa: empaca prendas mixtas y combinadas para que unas pocas cosas se conviertan en varios conjuntos. Accesorios: reúne las cosas imprescindibles (como sombreros, cinturones, etc.) e intenta usar todo lo que puedas en el avión para que no tengas que empacar nada. Puede que no ganes un premio de estilo por esto, ¡pero sí una estrella de oro por eficiencia! Mantenerlo organizado y sencillo te asegurará disfrutar cada minuto de tu corta aventura.
El viaje de trabajo
Este puede ser menos divertido que un viaje de placer, ¡pero no tiene por qué ser más estresante! Cuando hay trabajo de por medio, la mayoría nos ponemos un poco más nerviosos por el temido "objeto olvidado" (porque seamos realistas, un buen traje no es algo que puedas comprar corriendo a último momento). Entonces, ¿el consejo número uno para un viaje de trabajo? Reúne las cosas (ropa, zapatos, materiales, etc.) sin las que no puedes hacer tu trabajo y empaquétalas todas en un equipaje de mano que no se separe de ti: piensa en un bolso de lona, una mochila o un bolso colgante. Saber que esas piezas clave están seguras te dará algo de tranquilidad. Consejo dos: prepárate para lo peor. Incluso los mejores planes no siempre funcionan. Así que investiga un poco antes de tu viaje para ver dónde está la farmacia, tienda de ropa, imprenta/tienda de envíos, etc., más cercana a tu hotel. Si ir a una tienda no es una opción, llama a tu hotel con anticipación y pregunta qué servicios y comodidades ofrecen. Un poco de preparación aquí te ayudará mucho. Después de todo, si tienen servicio de lavado, ¡quizás no tengas que preocuparte por esa mancha de tinta!
El largo recorrido
Lo bueno de un viaje largo es que hay más tiempo para relajarse, más tiempo para disfrutar y más tiempo para lidiar con cualquier imprevisto. Lo malo es intentar meter todo lo necesario en una maleta portátil. Así que, ¿el consejo número uno para un viaje largo? Planifica tus días para saber qué necesitarás cada día. Si tu viaje incluye una noche elegante, tu kit de afeitado puede pasar de ser opcional a crucial. Claro que si usas una afeitadora como... Con MultiShape , puedes añadir el accesorio de afeitado sin ocupar espacio en tu bolso... Y tener un recortador de vello nasal y un cepillo de dientes eléctrico en uno... solo digo. Pero, en general, planificar tu agenda con antelación puede ayudarte a evitar empacar de más y a asegurarte de tener todo lo necesario.
Al final, cualquier viaje tiene sus pros y sus contras. ¡Pero esperamos que estos consejos te ayuden a aliviar el estrés y a concentrarte en disfrutar del viaje!
